En una entrevista concedida a Diario16, la cantante criolla Victoria Villalobos ha resaltado la importancia que tiene para todos los peruanos el documental "Sigue siendo" (Kachkaniraqmi), que recorre el Perú a través de la vida de sus músicos. La película, dirigida por Javier Corcuera y producida por Rolando Toledo y Gervasio Iglesias, ganó recientemente el premio al mejor largometraje documental del primer Festival Internacional de Cine de Caracas.
A continuación, reproducimos la entrevista que Victoria Villalobos ha concedido a Diario16 [foto de cabecera: Ana Cabrera, para LaMula.pe]
- ¿Cuán importante es para los peruanos tener documentales como "Sigo siendo"?
- Mucho. Primero, porque "Sigo siendo" abarca música de la costa, sierra y selva-. El unirlas hace que sea una verdadera identidad nuestra, que por una cuestión histórica siempre han estado desunidas. Esta película nos hace una sola sangre, como diría Arguedas. Hay artistas que no son conocidos, salvo Susana Baca y Magaly Solier, los demás no lo somos, entonces Javier Corcuera nos llamó porque justamente quería mostrar a alguien que está haciendo música y de verdad, y que lo hacen desde otro contexto.
- La canción "Horas de amor" de Pinglo es difícil de cantar en orden, interpretación y estructura...
- (Sonríe) No me habían entrevistado de esa forma, que sea directamente a la técnica de cómo cantar. Pinglo es difícil por su música y es más difícil por sus textos. Él es un compositor del siglo XIX, pero si tú revisas sus textos, aún están vigentes. Pinglo le cantó al canallita, le cantó a la obrera, a las protestas, a la mujer, al desengaño, temas que al ser humano nunca le van a ser indiferentes. Es por eso que es difícil de cantar.
- ¿Qué sentimiento le provoca saber que poco a poco nos estamos quedando sin los criollos de antaño?
- Me acuerdo de las lágrimas de mi papá, que son gente de su generación, y cada vez que él se está yendo para adentro, está más sensible. Se está quedando sin compañeros, solamente queda Adolfo Zelada, Lucho Garland, Manuel Acosta Ojeda, entre los que se están quedando. Cuando se juntan parecen chiquitos porque se acuerdan de sus cosas y se ríen. La reflexión es que nosotros, los que estamos quedando, tengamos esa nobleza y agradecimiento por lo que ellos nos han dado. Tenemos que ser testimonio de ellos con homenajes. Un concierto para Áviles y otros han pasado desapercibidos, es una vergüenza. Yo estaba con dos amigas chilenas cuando murió Óscar Avilés y no podían creer lo que pasaba en la televisión, y me decían: "No habrá un homenaje en el teatro, no salen romerías". No podían creerlo.