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Javier Corcuera antes de los premios Platino

La última entrevista concedida por el director de Sigo Siendo, que ha sido nominada entre los 5 mejores documentales de Iberoamérica.

Publicado: 2014-03-17
Antes de que se conociera los finalistas de los premios Platino, Javier Corcuera concedió una entrevista a Giovanna  Nuñez para la revista Limonada, donde se deja entrever el nacimiento de Sigo Siendo, la cual va consolidándose como una película de culto para el cine peruano. Este 5 de abril se conocerán los ganadores en la gala que se realizará en el Teatro Anayasi de Ciudad de Panamá.

Vi una película de Javier Corcuera por primera vez en el año 2000. En “La espalda del mundo”, me impresionó la claridad con que exponía una problemática tan inmensa como la de la supresión de la libertad. Cada historia en su película era un universo de dolor, de lucha y de felicidad. Historias de personas que a vista y paciencia de todos, eran invisibles. Desde hace meses venía esperando el estreno de “Sigo siendo”. En esta ocasión la música envolvía este ir y venir de humanidad, por caminos igualmente vastos, los de la identidad.
Cuando surge la idea de hacer una película, o el esfuerzo que supone hacerla, el dinero, el tiempo… pienso mucho “¿por qué y para qué?”, y donde mirar. Dónde poner la mirada. Sí, esa intención está en mi filmografía, contar las historias de la espalda del mundo.
La primera vez que escuché a Sara van fue en una película tuya, y me pareció casi una crueldad no haberla oído antes, “¡¿cómo es que no escuchamos a Sara van en la radio?!”

Y eso que tiene un disco y se ha vendido en el Perú. Existe, lo que pasa es que no la ponen en la radio, no es visible. Bueno, como muchos de los músicos de la música peruana. Existen muy pocos espacios para la música que se hace en el Perú.

En “Sigo siendo” hay una clara intención de llevar a la pantalla un país oculto, que sigue siendo, que sigue manteniendo su identidad, que sigue, a pesar de todo, haciendo lo que le gusta, su oficio, tocando, cantando… y, además, en el caso de Sara Van, que sigue siendo a pesar de la migración, porque ella vive en España, en Madrid.  

Hay un Perú fuera del Perú. El fenómeno de la migración en el Perú ha sido muy fuerte. Entonces, hay un Perú fuera del Perú que sigue siendo, que sigue manteniendo su identidad, que sigue juntándose, que sigue reuniéndose, que sigue escuchando su música. Y que, lógicamente, se mezcla también con lo que hay fuera.

Estar fuera te da otra perspectiva…
Miras con otra perspectiva, vez el mapa completo, entiendes mejor lo que pasa, lo que no pasa, en el contexto, en donde estás. El Perú es un país que habla solo en el contexto nacional, ni siquiera hay una mirada latinoamericanista. En los medios de comunicación, en la prensa, no está el contexto latinoamericano, ni siquiera. Somos muy provincianos en eso, en el mal sentido. Mirando hacia adentro nada más, no sabes muy bien que pasa. Hay que ser provincianos pero de verdad, es decir, que creas que tu provincia en un lugar en el mundo, pero un lugar en el contexto del mundo, no sin mirar hacia afuera. Creo que hay algo que sucede cuando uno consigue mirar al país en el contexto, no solo latinoamericano, sino mundial, ve quienes somos, lo diferentes que somos, lo parecidos que somos, la riqueza musical infinita que tenemos. Somos una nación de naciones y eso es un potencial impresionante. Parece mentira que cuando uno empieza a decir estas cosas suenen raras.
Considero tu película curativa, en tanto que poder reconocerte en algo que te haga vibrar te recuerda quién eres. Nos reconocemos como la mejor cocina del mundo, pero no en la música, que es un lenguaje muy espiritual.
Hablando del tema gastronómico, yo creo que la música es el alimento del alma, si tenemos una riqueza musical tan grande como la gastronómica, lo raro es que no se hubiera hecho una película así hace 20 años o más, o que se hubieran hecho 10. Ojalá se hagan muchas a partir de esta.
La difusión de “Sigo siendo” ha sido atípica…
Nosotros queríamos que esta película saliera en salas. Había que ponerla donde tenía que estar, es decir, que estuviera en el escenario, que se hablara de ella, que se tuviera que opinar de ella, poner a todos estos músicos en el lugar donde tenían que estar, entonces, se ha hecho. Desde La Mula Producciones y desde La Zanfoña Producciones -que son los productores de la película- se ha hecho un esfuerzo inmenso. No es fácil colar una película de este tipo en las salas comerciales, compitiendo con el cine americano, buscando un hueco… es un pequeño milagro. Yo creo que hemos tenido realmente estrella. Bueno, nos habrán protegido pues, no sé, Arguedas, los ángeles del documental, los guardianes del agua de los que habla Amelia…
Es una pena que en términos de difusión haya que lucharla tanto, porque están las vías de difusión, sólo que existe la premisa de que se difunde lo que gusta, sin considerar que el gusto es, en mucho, condicionado.
El hábito genera gustos. Vamos a sacar el disco, va a salir la banda sonora de la película y esperemos que la pongan en las radios. Yo espero que después de que, después de la opinión que ha generado la película, la música se oiga. Me parecería muy mal que una película que ha tenido repercusión musical en el Perú, que se va a ver mucho fuera del Perú, que va a ir a un montón de festivales internacionales… que el único lugar donde no se pueda escuchar la banda sonora sea aquí, sería raro.
La radio es “rara”…

Pero pasa en todo, no pasa solamente en la música, en el cine también pasa, estrenar cine nacional es lo más difícil del mundo. No existen políticas culturales de verdad, no existe un apoyo a la cultura real. De los músicos que salen en esta película, muy pocos viven de ser músicos, es una de las historias de la película, todos tienen otro oficio, todos tienen el “plan B” para sobrevivir. Y sucede en todas las artes, en casi todas, por lo menos. Yo me acuerdo que cuando murió Carlos Hayre no había dinero para enterrarlo, y era uno de los más grandes músicos del Perú. Los músicos tuvieron que hacer un pozo para comprar un nicho. 

Y esa es la realidad de este país, con uno de los más grandes maestros de la música peruana. Y eso pasa también en otras artes, con los poetas, con los músicos, con los actores. Y luego, no solamente eso, sino que no estás protegido para poder enseñar lo que haces; los músicos no están protegidos por una legislación que les permita poner su música en la radios, los cineasta no tienen ley de cine que les permita poner sus películas en los cines... Nosotros nos hemos colado, esta no es la realidad, la realidad no es que “Sigo siendo” pueda llegar a las salas, es un accidente. Pero esta película podría no haberse estrenado, perfectamente, y queda guardada en un cajón y nunca la ve nadie.

¿Cómo convencieron a los cines?
Ha sido una serie de suerte, gente que se ha atrevido, gente que ha apostado, los productores que han metido dinero para que sea posible, en fin, yo que sé, ha habido una posibilidad, felizmente. Y yo espero que esto abra la posibilidad a otras películas, a otro cine, que viene haciéndose con fuerza por gente joven, que tengan su lugar en las salas.
Fuera de las salas, ¿qué espacios de exhibición esperas para tu película?
Con esta película, desde el productor, además, hay una idea de que realmente la vea todo el Perú, absolutamente en todos los canales y formas posibles. La película se va a emitir en la televisión pública, se va a emitir también en una cadena privada, va a estar colgada, cuando llegue el momento, gratuitamente en Internet. Hay toda una estrategia para que llegue al último rincón del Perú y que el peruano que quiera verla, pueda verla.
Pienso en el guion de “Sigo siendo”, ¿cómo se hace un único guion en cine documental cuando su tema es la realidad?

En el cine documental, a partir de una investigación muy grande, se escribe un guion y ,a veces, la película, cuando ruedas, se aleja de él. O a veces pasa que se sostiene bastante cerca, depende de lo que te regale la realidad. O a lo mejor fue tu acercamiento tan grande a la hora de investigar, que el guion está bastante en la realidad, y entonces no se separa mucho. La mirada no se pierde, generalmente, porque tú llegas a ese guion después de una investigación donde ya has puesto la mirada y el tono de la película. Pero muchas veces, en un guion sobreviven solamente las cuatro columnas que hacen que eso se sostenga y todo lo demás empieza a hacerse de cosas que aparecen.  

No es ni bueno ni malo que se aleje o se acerque, es simplemente que a veces pasan unas cosas y a veces pasan otras. Lo que sí es también importante, es que cuando se habla de guion en documental, no solamente se habla del guion que se escribe antes de rodar; en el documental, el guion atraviesa todo el proceso de hacer una película. Cuando investigas estás tomando las primeras decisiones de guion, luego escribes el guion, pero cuando estás rodando, también estás haciendo el guion, porque estás construyendo la historia, estás variando la historia. Y en el montaje, sigues escribiendo el guion, es la escritura final de la película. Entonces, el guion atraviesa todo el proceso de hacer una película, a diferencia de la ficción, donde acaba cuando lo terminas de escribir y lo demás es llevarlo a la pantalla. En el cine documental a lo mejor el personaje principal de la película pasa a ser un personaje secundario, y a lo mejor lo que era el final de la película es el comienzo de la película. Todo es posible.

¿Cómo hiciste para abordar la tarea titánica de investigar sobre música peruana?

Rodearme de gente, de muchos asesores musicales. Trabajamos con varias personas que saben de la música peruana. Y luego, la selección tenía mucho que ver con la historia de la película. Porque no es una película estrictamente musical, no es un documental musical al uso, es decir, música y punto; es una película de historias, de historias de vida de viejos maestros de la música y, además, historias de vida de un país con muchos mundos, donde los personajes de estas historias, probablemente, lo único que tienen en común es que son músicos, y muchos de ellos, además, son músicos mayores, viejos músicos, al final de la vida. La película habla de eso. Cuenta historias de vida y te cuenta también un viaje por la identidad de las naciones del Perú. 

Entonces, muchas canciones, muchos temas, están escogidos en función de lo que quiere contar la película, para que la historia siga avanzado. Las letras de las canciones van contando lo que va pasando, son elementos que narran la historia, y los protagonistas de las historias también narran las historias. Entonces, muchas canciones están elegidas para que la narración funcione. Otras están elegidas porque me gustaban, porque las había escuchado de niño y quería que estuvieran. Otras, porque las sugería un músico. En fin cada canción ha tenido su razón de ser. Y en lo que sí insisto siempre, es en que no es una antología de la música peruana, y aunque estén figuras emblemáticas de la música peruana, no pretende ni que sean “las más importantes”, ni pretende ser una antología completa de la música peruana, nada de eso. En realidad, hay de todo, hay muy conocidos, grandes maestros, hay gente menos conocida y hay gente absolutamente anónima que canta en la película. 

La música cuenta una historia. Hemos pretendido contar una buena historia, que creo que es el compromiso fundamental de un cineasta.

Y en este caso…
Contar que a pesar de todo, como dice Arguedas, seguimos siendo. Cada uno lo que es, porque en esta película no hay un “sigo siendo” único, la película habla de un país en construcción, un país plurinacional, pluricultural, donde cada uno es distinto y donde cada uno tiene una idea de nación, una cosmovisión de las cosas, una manera de entender la vida. Y se tocan, también, esas naciones, pero tienen sus particularidades y tienen su propia identidad. La película, de alguna manera, es un viaje de retorno a la semilla, a la identidad, incluso en ella los músicos viajan al lugar donde nacieron, donde fueron niños, donde compusieron sus primeras melodías, donde aprendieron a ser músicos, y ahí es donde vas descubriendo que, a pesar de todo, siguen siendo. Eso no desapreció, ese sello de identidad, esa semilla de la que ellos empezaron a crecer, ahí está.
Deberíamos todos regresar a la semilla…
Por eso cuando uno tiene la posibilidad de hacer una película, que es algo que se ve, que a veces tiene la posibilidad de colarse en los medios de comunicación, de estar en las pantallas… esta película, por ejemplo, es en coproducción con la Televisión española, con lo que se va a emitir en televisión española internacional, que la ven 100 millones de hispanohablantes. Y entonces, bueno, como hablábamos al principio, uno se pregunta mucho “¿hacia dónde miro y qué cuento si tengo la posibilidad de contar algo?”. Entonces, por eso uno apunta a este tipo de cine, como lo hacen determinados autores. Lo que no quiere decir que haya que hacer siempre ese cine, para nada. Como te decía antes, el compromiso principal de un cineasta, es contar bien una historia, la que sea. No necesariamente una historia que tenga que ver con determinados temas, con lo social… no, una historia. Ser un buen contador de cuentos.
Una buena historia te toca...
El cine es emoción, si no hay emoción no hay buena historia.

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Sigo siendo

Blog de la película que viaja por los mundos del Perú a través de la vida de sus músicos.


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“Sigo siendo (Kachkarinaqmi)” es una película de personajes, de personajes que son parte de un país.